Van y vienen

domingo, 5 de febrero de 2012

DESGARRO


Tras la terrible tragedia del incendio y la muerte de Clara, se decidió que nos quedáramos en Alamillo y salir a las faenas del campo sólo por cortos períodos de tiempo. Para mí, que había estado fuera del pueblo hasta tres años seguidos, la vida cambió radicalmente. Y uno de los cambios más importantes fue echarme novia. Yo tenía 17 años  y ella 15. Se llamaba Francisca Estrella Rufo, vivía en la calle del Motor, es decir, la calle de D. Miguel de Cervantes, y era hija del Sordo del Motor, de Francisco. Y también de Antonia, la que sería mi suegra. Desde aquel momento no ha habido otra mujer en mi vida y la he querido con locura hasta el último momento que ha estado a mi lado.
En cuanto al día a día y al trabajo en Alamillo, la cosa se ponía cada vez peor. En la casa éramos tres hombres y tan sólo una yunta de mulas, y por supuesto sin tierra propia, así que había que marcharse fuera a buscar trabajo.
Me acuerdo perfectamente de aquella noche en la que tras volver de estar con mi novia mi padre se me sentó en frente y me dijo:
- Mira, hemos estado hablando mamá y yo, y hemos pensado que lo mejor para todos es que tu hermano y tú os marchéis para Bilbao, con los tíos.
En cuanto me dijeron aquello puse el grito en el cielo. Ni por ensoñación estaba dispuesto a salir de mi pueblo y menos aún a abandonar a mi novia. Pero con los días, se apagó el enfado, me paré a pensar y vi que tal y como estaba la situación mis padres tenían razón.

Antes de irme, le dejé a mi suegro un buen recuerdo de mí: poco antes se le había roto un carro que tenían, y se lo arreglé con unas traviesas de vía que me agencié. Con ellas le hice la escalera al carro, y El Sordo se quedó tan contento.

El 1 de septiembre de 1960 cogimos el tren mi hermano Cándido y yo, y nos fuimos para el norte. Cuando llegamos al día siguiente, Bilbao nos recibió lloviendo. Sufrí la mayor de las decepciones, Nada de lo que yo más quería estaba en aquella ciudad gris. Lo único que pasaba por mi cabeza con insistencia era la idea de volverme a Alamillo inmediatamente.



2 comentarios:

  1. Entonces tu te casaste con la Quica, hermana de la Bea y de Antonio que vive en Rekalde, hijos de la Antonio la de Culocontento (con perdón. Pues soy primo de toda esa buena gente. Con la Bea y con Antonio coincido en los veranos en Alamillo

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  2. Y dices bien. Y hermana de Laureano, por poner a todos mis cuñados. Este último, que igual conozcas menos, plantó los reales en Extremadura, en Mérida precisamente, y es el menor de ellos. Laureano se labró una una reputada iniciación en el mundo del toreo siendo joven, pero quedó truncada debido a un aciago accidente. Dime quiém eres Muskerra, con mayor propiedad, y de seguro que nos saludamos este verano pues tengo pensado bajarme a Alamillo tras muchos agostos sin haberlo hecho. Gracias por cierto por entrar y dejar tu comentario.

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